¡CÓMO SE QUE ALGO ES BELLO !
Sé que algo es bello, porque cuando lo miro siento un placer raro, una sensación agradable que remueve todo mi ser, un éxtasis adorativo que deja mi alma en vilo; como si estuviese suspendida en el vacío y fuese vagando sola por esos espacios siderales, a los cuales acude, cuando atraviesa una de esas crisis, por las que pasa todo ser amante de la belleza, que sabe sentirla y que la percibe como algo íntimo, como suyo propio.
La belleza puede admirarse en cualquier parte, toda la naturaleza es belleza; es bello un campo de trigo dorado, cuyas espigas enhiestas se mecen suavemente movidas por la brisa de tierra; es bella una puesta de sol, con sus rayos rojizos elevándose hacia el infinito, produciendo mil tonalidades al emerger por detrás de las nubes, y ese color purpúreo extendiéndose sobre la tierra.
Es bello un cuadro, en el cual el pintor ha sabido dar ese matiz preciso, con la gama de colores que tiene a su disposición, y ésa sensación de realidad a la naturaleza, sea muerta o animada.
Es bello, el amor que me hace sentir el ser querido, y que a la vez es correspondido; ése amor, que está por encima de las bajezas humanas y que experimento al estrechar entre mis brazos a la mujer amada, besar sus cabellos, su frente, sus ojos, y recordar por siempre, la mirada con que corresponde a mi amor; esa expresión de los ojos, que sin hablar dice tantas cosas, que solamente los seres cuyas almas se han fusionado, saben comprender.
Bella es la sensación que experimenta el médico, en cuyas manos está la vida de un ser, y la arrebata de las garras de la muerte, de un médico que sepa apreciar ésta belleza, que ame la medicina como ciencia y que vea en la naturaleza humana la gran sabiduría de Dios.
Es bella una obra, cuyo tema es la vida de un pintor, de un compositor, de un músico, de un poeta...con sus penas y alegrías, su tesón para conseguir lo que tanto anhela, su desilusión, su desencanto, su lucha de tantos años, su triunfo o su muerte abandonado de todos, un genio incomprendido cuya labor sólo será apreciada, cuando su cuerpo que pasó por todas las calamidades, hambre, sed y miseria, hayan sido pasto de la tierra y sólo como compensación, se le hagan los honores póstumos.
Es bella, una estatua de mujer, que me hace sentir esa elevación del espíritu, ese placer inefable e indescriptible de bienestar, por el cual estaría toda una eternidad contemplándola, con sus formas perfectas, sus pies bien torneados, sus pechos de pujanza arrolladora, su cuerpo con caderas de ánfora, sus contornos delicados y su pureza de perfil.
Es bella en pintura, la sensación que experimento después de pintar un cuadro; es bello escribir y grabar mis pensamientos; es bella la sensación que siento después de haber escrito algo; algo que emocione, que haga sentir a quien lo lea, lo mismo que yo siento, que haga vibrar sus fibras más sensibles y que hasta el corazón más endurecido, lata aceleradamente, al ir captando las vibraciones sonoras, que sus labios emiten al desgranar las líneas escritas por mí: es bello, porque me eleva, me hace superior, me hace sentir más perfeccionado, que es la meta que la evolución del hombre persigue.
Por esto, las ansias que yo experimento, sólo pueden ser captadas por aquellos espíritus sensibles que son capaces de concentrarse y elevarse, a esas regiones, donde su alma, libre y soñadora, encuentra la paz espiritual, que es complemento de la misma, y que no todos los mortales pueden llegar a disfrutar. Valencia (España) 13 Marzo 1955
¡ ÉXTASIS EN LO INFINITO !
Escribiendo un tema, hay instantes en que siento poco a poco mi cuerpo desmaterializarse, y encuentro mi alma al desnudo que se eleva hacia esas regiones donde gusta de juguetear entre sus compañeras que, están allí, unas por obligación, al tener que abandonar el cuerpo corrupto donde moraban, y otras, como la mía, que les gustan estos momentos dichosos que sienten al comunicarse sus mutuas inquietudes.
Este es uno de los instantes en que mi estado de ánimo se encuentra desposeído de voluntad, y al coger la pluma e ir deslizándola sobre el papel, descubriendo los pensamientos íntimos que reposan en su interior, me trasformo, me trasfiguro, y no soy yo quien escribe, sino mi mente, mi subconsciente, el otro "YO" que todos llevamos dentro y que no todos llegan a descubrir; pues es como una doble personalidad que necesita de ciertos estímulos para reaccionar, difíciles de encontrar, pero que cuando, sin darnos cuenta, los hallamos y penetran a través de nuestros sentidos, ese "YO" dormido en lo más recóndito de nuestro organismo, se despereza, vuelve a la vida de ese estado letárgico, en el cual mantenía latente todas sus fuerzas, como en potencia, y muestra su esencia que incansable , va pasando una por una, por todas sus facetas que son infinitas, hasta que el cuerpo, estuche que encierra ese gran tesoro que es el espíritu, de materia formado, se rinde a la fatiga, a la cual está sometido, y van fallando todos los resortes, que le sirven para exteriorizar las actitudes y relaciones adoptadas por su cerebro: máquina perfecta, punto de unión de la materia y el espíritu, por el cual se comunican estos dos principios.
Ampliando este concepto, nosotros estamos formados de cuerpo y alma, somos los intermediarios entre el mundo, materia pura , y el Infinito; Fuerza Sobrenatural o Dios, Espíritu puro, infinitamente grande e infinitamente incomprensible, tan infinitamente Superior y Espíritu puro tan perfecto, que nosotros, estamos en un plano que somos lo mismo que el mundo, pero con algo que él no tiene, que es el espíritu, pero menos que Dios, aunque tengamos algo que en realidad a Él no le es preciso, la materia.
Para llegar a este estado, en que uno se acerca al Sumo Ordenador, es preciso que nuestro espíritu, atravesando las barreras de lo material, se eleve a esa altura inconmensurable, a ese espacio, donde radica la calma para los seres cuya alma exquisita, en la cual se asemeja a Dios, sabe captar momentos de felicidad al contemplarse en otro espíritu, capaz de comprender sus razonamientos e inquietudes, y enseñarle otros problemas desconocidos para él, para que al comprenderlos y asimilarlos, sean instantes de dicha y felicidad perpetua, pues son momentos imborrables que quedan grabados en nuestra conciencia, hasta que nosotros, a voluntad propia los hacemos revivir para nuestro gozo espiritual.
Para ello, nuestro espíritu, al encontrar otra alma apta para despertar en ella las mismas sensaciones de placer, emite unas ondas que son absorbidas por ésta y reflejadas nuevamente, vibrando los puntos inmateriales, con frecuencia especial, al ser captadas por el centro emisor primitivo.
Éstas, en realidad, son como fotografías del alma, de esa alma que inunda todo nuestro cuerpo desde la cabeza hasta nuestros miembros inferiores, pero no como fotografías parciales, sino como ficha completa de todas las apetencias que siente nuestro espíritu y que, al ser mutuamente intercambiadas y seleccionadas por el ente, con esa rapidez propia de él, hace que se sientan atraídos o repelidos, si en caso contrario el otro espíritu receptor no contesta a la clave, que sirve de enlace entre estos espíritus superiores, adoradores de la belleza que en sí encierran todas las cosas creadas por Dios. Valencia (España)
25 Noviembre 1955
" SOÑAR Y DESPERTAR "
Ante todo, hay que distinguir el significado de cada una de estas dos palabras. Soñar, puede ser despertar o las dos cosas pueden significar los mismo. Algunas veces, al levantarnos, nos hemos preguntado, si aquello que retenemos en la mente es un sueño o si nos ha ocurrido en realidad, algún otro día. Esto significa que no discernimos entre un sueño o una realidad.
Desde luego, casi no se puede distinguir cuándo una persona sueña o está despierta, porque por ejemplo: Estoy sentado en clase y empiezan a explicar ¿ Cómo sabré yo en ese momento si estoy despierto o soñando ? De ninguna manera, pues yo creo que ese momento es verdaderamente real. Pero ¿No podría ser que fuese un sueño? ¿Quién me dice a mí, que lo que estoy escribiendo es verdad o que sueño que lo estoy escribiendo? Con certeza nadie, porque lo que sueño nunca sé que es un sueño mientras que dura este acto que yo creo real ¿Y después de acabado el acto? ¿Después? ¡Después me queda la duda !
Podríamos decir, sé que estoy despierto, porque me doy cuenta que existo, me relaciono, conozco nuevos seres de la vida corriente, personas que antes de aquel momento nunca había visto, hago acciones que antes nunca había realizado y aprendo hechos nuevos que quedan grabados en mi mente para siempre.
Con el sueño, empezamos por explicar que no podemos decir ¡Sé que estoy soñando! pues nunca nos apercibimos de que estamos soñando y lo demuestra el hecho de todas esas transformaciones, que actúan en los sueños, que tan pronto tienes ante ti algo, como repentinamente se esfuma y se convierte en otra cosa. Podríamos decir, sé que estoy soñando porque éstas transformaciones no pueden ocurrir en la vida real.
De todas estas cosas, la mayoría de gente no se preocupa nada, viven sin ocuparse de los sueños, ni de su vida interior. Nacen, crecen, se reproducen y mueren, es decir, vegetan en el mundo, sin darse cuenta que tiene un alma. En realidad, casi son todo materia, con una ínfima parte de alma, lo suficiente para no confundirse con seres irracionales.
Para ellos es más fácil en su ignorancia, vivir y ser felices ¡¡Pero no! Es preferible morir a vivir de esa manera. Ellos no pueden comprender la dicha que experimenta quien siente su alma y se comunica con ella; no pueden apreciar la belleza de unos momentos de contemplación, de meditación, de concentración y elevación. Para quien ha sentido vibrar su alma y gozado de esos instantes, la vida monótona, vulgar y puramente animal, no puede nunca satisfacerle.
Se compenetran de tal forma el soñar y el despertar, que un bello sueño trae consigo una triste realidad, pero un mal sueño, ocasiona un despertar alegre y feliz. La influencia del sueño sobre nuestro despertar, está regido por nuestro sistema nervioso y llegamos a realizar actos sin que medie para ello nuestra voluntad.
Esto nos demuestra que, nuestros actos durante el sueño, no nos pertenecen y que por lo tanto una fuerza interior, que es el mínimo de vida, se mantiene constantemente en actividad.
Esa fuerza interior, es el alma, que en esos instantes se siente más libre y parece como si quisiera escapar de la envoltura material que la recubre. Da la impresión que en esos momentos en que todas las funciones se reducen al mínimo y algunas se paralizan, toda la actividad orgánica se concentra en el cerebro, máquina excelsa de la materia del hombre, y al alma, acudiendo de todo el cuerpo y convergiendo en este punto, reducidas al mínimo las ligaduras que le opone siempre la voluntad, juega con el cerebro, haciéndole proyectar sobre el otro " Yo " las impresiones que han quedado grabadas más hondamente y algunas que han aflorado a la capa externa de nuestra conciencia, atraídas por los estímulos de recuerdos que guardan estrecha relación.
El otro " Yo ", es la misma alma, que, como si sufriese un desdoblamiento, se convierte en dos, siendo una al mismo tiempo. Ella es la que como si dijésemos, le da la cinta de impresiones al cerebro para que la proyecte, y al ir pasando las figuras, el otro "Yo " se regocija y se siente feliz al contemplar su imagen.
En resumen, son tres los elementos necesarios para la constitución de un hombre completo, para vivir las dos vidas, el " Yo cuerpo ", el " Yo alma " y el " otro Yo ", que es el alma reflejada sobre sí misma.
Un ejemplo para aclarar este concepto, sería: el yo cuerpo dormido, el yo alma actuando en sueños, y el otro yo, contemplando al yo alma. El " otro yo " es quien informa al " yo cuerpo ", lo que durante su inactividad, hacia el " yo alma"
Nuestros sueños, son actos grabados más hondamente en nuestra conciencia, y que nuestro subconsciente ordena a su manera, escogiendo principalmente los actos realizados durante el día, aunque algunas veces recurre a otros hechos pasados que como todos están recubiertos por ese polvillo, que se estratifica, dejado por la rueda implacable del tiempo sobre ellos. Pero su poder de penetración y transformación, puede convertirlos en vivos recuerdos y juguetes a su antojo, uniendo unas cosas con otras o entrelazándolas, forma los sueños.
En fin que nuestros sueños son impresiones del alma, por medio de impresiones externas y de las impresiones de su propia vida interior, y que por medio del " otro yo ", durante el sueño nos comunica a nosotros sus inquietudes. Cuando está actuando nuestra voluntad, es con el alma con quien directamente nos comunicamos. En resumen, el soñar y el despertar llegan a confundirse en un punto en que es difícil la distinción y en la cual es donde están luchando el alma y la voluntad, pues ésta quiere renovar su actividad y aquella no quiere perder su libertad.
Valencia (España) 8 de Abril de 1956
DE EUROPA ÁFRICA
A grandes rasgos, el viaje, con un mar como dentro del puerto de Valencia, fue delicioso. Ésta salida por mar, me ha hecho aumentar mis conocimientos psicológicos, con nuevas impresiones que no conocía; conocimientos que convergen todos en el mismo punto.
Colocado en la proa del paquebote, da la sensación que nuestro cuerpo se desmaterializa y queda nuestra alma, como suspendida entre los elementos: aire, mar y cielo. Aislado por completo de los distintos ruidos que llegan a nuestros oídos, procedentes de las gargantas de nuestros compañeros, en algarabía infernal, y de las potentes máquinas que impulsan nuestro navío hacia tierras de otro continente; que espera nuestra llegada para guardar en sus entrañas, el recuerdo de nuestro sacrificio, traducido en meses de separación de nuestros seres queridos y dominio de nuestra voluntad a los intereses de la nación; con más o menos abnegación, amor y lealtad.
Nuestra alma percibe su pequeñez, dentro de la grandeza del mar y del espacio de nuestro mundo, relativo dentro de nuestro sistema solar, y microinfinitesimal en el orden del Universo grandioso, proclamador de una Fuerza Infinita, que nuestra mente no puede llegar a razonar, en toda su realidad.
Así vino a mi pensamiento, que un hombre en medio de la grandeza inmensa del mar y del cielo, donde puede meditar con paciencia, y con la introspección por una parte, y la extrospección por otra, llegar al punto clave que es el Ser Supremo.
Yo estoy aquí, como si estuviera en un mundo en el que los rayos solares, no tuvieran poder para penetrar hasta la superficie, horadando la espesa niebla que lo rodea, tan espesa, que sólo algo inmaterial, como el pensamiento, es capaz de trasladarse en fracciones infinitesimales, a través de ésta barrera que envuelve todo lo que me rodea, mejor dicho, que me aísla de todo mi pasado; de tal manera, que sólo contados momentos tengo para poder extasiarme en los recuerdos de los instantes felices y amargos, que viví es esa tierra que es Valencia.
El navío que me condujo hasta aquí, al recordar los momentos que pasé sobre su cubierta, me da la impresión de ser mi propia vida; la proa, mi juventud; llena de esperanzas e ilusiones, que todo lo avasalla: como hacía la proa al cortar el agua y convertirla en espuma, que al elevarse, parecía convertirse en algo nuevo, diferente, con voluntad propia, hasta que la fuerza de la gravedad, la hacía descender, para volver a ser lo que siempre fue: agua.
Mi vejez, se me asemejaba la popa del barco, cuando fluía el agua del mar revuelta por las hélices, como igualmente las ideas, pensamientos y recuerdos del pasado de mi existencia por el mundo; donde la vida efímera, no nos brinda el suficiente tiempo para saciar nuestras ansias: ansias de riqueza, de mando, y de lujuria unos, y de misticismo, elevación, arte y sabiduría, otros.
Este navío que es nuestra vida, es como la juventud impulsada por nuestra vejez, que si alguna vez, ésta se detiene, es signo de que nuestra juventud se ha marchitado, y nuestros restos reposan entre los elementos de donde salieron, como la espuma que es agua, vuelve a su elemento; así nosotros habremos realizado el ciclo de ser, existir, fenecer y no ser.
24 Abril de 1957 Villa Nador (Marruecos).
Autor: Vicente Enguídanos Garrido
sábado, 26 de febrero de 2011
COMO SÉ QUE ALGO ES BELLO Y OTROS
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Una de mis certezas es que las emociones son intransferibles. Puedo tratar de comprender la poesía desde un punto de vista racional, siempre y cuando resulta intelegible, pero transmitir el amor me parece imposible siempre y cuando no se trata de la estricta intimidad.
ResponderEliminarUna de mis certezas es que las emociones son intransferibles. Puedo tratar de comprender la poesía desde un punto de vista racional, siempre y cuando resulta intelegible, pero transmitir el amor me parece imposible siempre y cuando no se trata de la estricta intimidad.
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