La belleza de la Creación
Me Creaste,
Señor,
Para que de tu Amor
brotara:
Mi Humildad, para
aceptarte.
Mi Alabanza, para
bendecirte.
Mi Alegría, para
gozarte.
Mi Bondad, para
abrazarte.
Mi Mansedumbre, para
poseerte.
Mi Amabilidad, para
compartirte.
Mi Ciencia, para
experimentarte.
Mi Entendimiento, para
proclamarte.
Mi Sabiduría, para
sentirte.
Mi Profecía, para
manifestarte.
Mi Sanación, para
glorificarte.
Mi Temor de Dios, para
Adorarte.
Mi Cruz, para
seguirte.
Mi Sacrificio para
ofrecerte.
Mi Aceptación, para
imitarte.
Mi Perdón, para
comprenderte.
Mi Corazón para
quererte.
Mi Mente, para
salmodiarte.
Mi Cuerpo, para
servirte.
Mis Ojos, para poder
verte.
Mis Oídos, para
escucharte.
Mi Lengua, para
trasmitirte.
Mis Manos, para
ayudarte.
Mis Pies, para
extenderte.
Mi Alma, para
fusionarte.
Mi Vida, para
ofrecerte.
Mi Tiempo, para
conocerte.
Mi Oración, para
pedirte:
Una Fe, para vivirte.
Esperanza,
para confirmarte y Caridad para
amarte,
con tu Amor. Gracias, Señor, por tenerme
en
Tu Corazón Misericordioso, antes de
todos los tiempos y al regresar pronto a
Tu Casa y ver tu Rostro, poderte
decir:
Mi Señor, mi Padre, Mi
Hermano, ¡Te amo!
Vicente
Enguídanos Garrido
(Publicado por la Union Nacional de Escritores de España)
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