domingo, 21 de agosto de 2011

"ALTRE CRISTUS"

Página Web: http://clepsidra.ning.com"ALTRE CRISTUS"




“Otro Cristo” es la imagen que se me ha proyectado para desarrollar. Otro Cristo, que representa al que tengo enfrente. Si pudiéramos ver de verdad, tras el cuerpo físico de otra persona, que existe en su interior ése otro Cristo que todos llevamos y que algunos intuyen, y muy pocos llegan a descubrir, para poder volcar todo el manantial de Amor que fluye desde nuestro fondo; y que muchas veces no dejamos salir, presionado por el tapón en la roca; pues el compromiso que eso conlleva, puede ser peligroso, pues significa dar todo lo que uno es sin reservas. Lo que tiene, lo que piensa: en una palabra, todo lo que representa a los ojos humanos.
Recuerdo, una escena de mi vida, donde descubrí, que es posible ver a Cristo en los demás, desechando la imagen física, de un cuerpo inválido en la cama, de una faz arrugada y ajada por el paso del tiempo; los años que desgastan y degradan al ser humano, casi una piltrafa; sólo piel y huesos, y a veces, hasta una mente ida y perdida en el vacío.
Descubrir ese Cristo en el vecino, el amigo, en el familiar, etc. Puede ser algo maravilloso; pues puede servir, para superar traumas, agobios, sinsabores, y también encontrar la alegría de vivir en ésta vida material, porque encuentra el alma, el sentido de vivir, para superar imperfecciones que oprimen y desvían al Ser y que no tienen sentido, si no es para evolucionar, llegando a comprender que la Esencia, pertenece a otro plano, que no corresponde al material.
Si pudiéramos llegar a ver y no con los ojos físicos, que la Esencia que inunda todo cuerpo humano, es la misma, entenderíamos por qué la necesidad de llegar a la Unidad Cósmica. Todos somos UNO, es decir, el mismo en distintas manifestaciones y apariencias, y al no reconocernos como Esencia Universal, no podemos AMAR a los demás, como a uno mismo; y al intentar ser el centro del universo, nuestras imperfecciones, las vemos reflejadas en los demás. Si pudiéramos vernos en un espejo de mil caras y viéramos nuestro propio reflejo, todo lo mejor que tenemos, sería para ese doble, que recibiría nuestro Amor, y todo lo que ello representa.
Sólo un formula existe, para que ese caudal inmenso de cariño que sentimos por nosotros mismos, se transmita a los demás, y es, practicar todos los días, para transformar las caras desconocidas en una sola, la de Cristo: sabiendo, desde el fondo de nuestro corazón, que es así, y que nuestros propios errores, envidias, egoísmos, deseos, es decir, nuestras imperfecciones, nos impiden atravesar las facciones del que tenemos enfrente, para poder ver la faz de Cristo transfigurado, y que el rayo de Luz Divina que lleva cada ser humano, sólo puede ser captado en el plano dimensional espiritual, al desarrollar el AMOR.


Vicente Enguídanos Garrido 20 Marzo 1989 Castellón.

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